lunes, 27 de octubre de 2008
viernes, 24 de octubre de 2008
Sábado 25/10: Dos presentaciones en t-convoca
En el marco del ciclo t-convoca, este sábado 25 de octubre Carlos Carpintero, Pablo Cosgaya, Marcela Romero y Rubén Fontana estarán presentando la recientemente aprobada Carrera de espacialización en Diseño de Tipografía (CDT).
Contenidos
-Origen de la Carrera. Características de la propuesta inicial y evolución hasta el presente. Autores de la propuesta, apoyos y colaboraciones.
-Enseñanza y contexto. Tipografía en la FADU y en el país. Bienales, foros y otros espacios tipográficos.
-Organización y gestión académica de la CDT. Información detallada: Plan de estudios, relación entre asignaturas, calendario.
-Fundamentos y objetivos. Significado de la CDT en la FADU, en la región y en el mundo. Perfil del cuerpo docente. -Perfil del egresado. Módulos, asignaturas y seminarios.
A su vez, Miguel Catopodis y José Scaglione estarán presentando ATypI Argentina, el espacio creado por los socios argentinos de ATypI (Association Typographique Internationale).
Contenidos
-ATypI en Argentina. Resumen de actividades y actualidad local.
-ATypI 2008. Reseña de la Conferencia ATypI 2008 en San Petersburgo: «Lo viejo, lo nuevo».
-ATypI 2009. Rumbo a la conferencia de México.
Cuándo y dónde:
Sábado 25 de Octubre, 11 hs.
Auditorio de la Fundación Gutenberg, Avenida Belgrano 4299, C.A.B.A.
Más información acá
jueves, 23 de octubre de 2008
Tipografías argentinas en Internet
Emtype, de Eduardo Manso.
Pampatype, de Alejandro Lo Celso.
Sudtipos, de Ale Paul, Ariel Garofalo, Claudio Pousada y Diego Giaccone.
Tipo, de Félix Lentino, Juan Montoreano, Darío Muhafara y Eduardo Tunni.
Typetogether, de Veronika Burian y José Scaglione.
martes, 14 de octubre de 2008
El método de dibujo vectorial de Eduardo Rodríguez Tunni
El tipógrafo argentino Eduardo Rodríguez Tunni ha desarrollado un método de dibujo vectorial que asegura la proporción matemática de las curvas Bézier. Fue pensado originalmente para utilizarse en la digitalización de caracteres tipográficos; aunque bien puede aplicarse para el trazado de cualquier tipo de curva.
Su precisión se sustenta en el hecho de que está estructurado en base a los ejes cartesianos X e Y. Luego de varios meses de investigación y trabajo, Rodríguez Tunni redigitalizó íntegramente una fuente aplicando el novedoso método, obteniendo resultados óptimos.
Si bien el trazado es más lento que lo normal, la proporción de las curvas está garantizada, evitando imperfecciones derivadas del mal manejo de los vectores. Es por eso que puede ser una gran ayuda para aquellos que se inicien en el camino de la digitalización tipográfica y que no posean experiencia en la observación y corrección de desviaciones mínimas.
Para que el método pueda ser aplicado, se requieren dos instancias previas. Por un lado, la existencia de un dibujo manual del signo tipográfico que defina las formas de cada curva. Por el otro, el reconocimiento de la ubicación de los puntos en los que la curva cambia de dirección. De este modo, el dibujo del caracter puede descomponerse en segmentos cuyos extremos son estos puntos, que será donde se coloquen los nodos (puntos A y O en el gráfico). Llevando a cabo cada paso, se estará "calcando" vectorialmente el dibujo original, evitando y corrigiendo cualquier desproporción geométrica.
Sin dudas sería de gran utilidad que el método fuera incorporado en algún software para automatizarlo y así ahorrar el tiempo que lleva estructurar las guías y las diagonales. Como por el momento eso no es más que un anhelo, Rodríguez Tunni nos ofrece una guía de 5 pasos en la que explica detalladamente cómo realizar el trazado. La misma incluye tips para facilitar el trabajo en Illustrator, a la vez que explica cómo deben dibujarse las curvas si lo que se quiere digitalizar es una variable itálica.
Para verla y descargarla, clic acá
Vínculos
Tipo
Eduardo Rodríguez Tunni en MyFonts
¡Gracias Eduardo por la colaboración y el material!
Su precisión se sustenta en el hecho de que está estructurado en base a los ejes cartesianos X e Y. Luego de varios meses de investigación y trabajo, Rodríguez Tunni redigitalizó íntegramente una fuente aplicando el novedoso método, obteniendo resultados óptimos.
Si bien el trazado es más lento que lo normal, la proporción de las curvas está garantizada, evitando imperfecciones derivadas del mal manejo de los vectores. Es por eso que puede ser una gran ayuda para aquellos que se inicien en el camino de la digitalización tipográfica y que no posean experiencia en la observación y corrección de desviaciones mínimas.
Para que el método pueda ser aplicado, se requieren dos instancias previas. Por un lado, la existencia de un dibujo manual del signo tipográfico que defina las formas de cada curva. Por el otro, el reconocimiento de la ubicación de los puntos en los que la curva cambia de dirección. De este modo, el dibujo del caracter puede descomponerse en segmentos cuyos extremos son estos puntos, que será donde se coloquen los nodos (puntos A y O en el gráfico). Llevando a cabo cada paso, se estará "calcando" vectorialmente el dibujo original, evitando y corrigiendo cualquier desproporción geométrica.
Puede observarse en el gráfico cómo se secciona la curva total de la letra "a" en un segmento definido por dos puntos: A y O.
Sin dudas sería de gran utilidad que el método fuera incorporado en algún software para automatizarlo y así ahorrar el tiempo que lleva estructurar las guías y las diagonales. Como por el momento eso no es más que un anhelo, Rodríguez Tunni nos ofrece una guía de 5 pasos en la que explica detalladamente cómo realizar el trazado. La misma incluye tips para facilitar el trabajo en Illustrator, a la vez que explica cómo deben dibujarse las curvas si lo que se quiere digitalizar es una variable itálica.
Para verla y descargarla, clic acá
Vínculos
Tipo
Eduardo Rodríguez Tunni en MyFonts
¡Gracias Eduardo por la colaboración y el material!
viernes, 3 de octubre de 2008
Otro estreno
Uno de los objetivos de este blog es proponer un humilde lugar en el que se pueda reflexionar acerca del diseño. Como en todo diálogo, la propuesta se nutre en el espacio intermedio entre quien lo escribe y quien lo lee, por lo que me resulta muy importante saber que hay alguien detrás de las pantallas.
Desde ya que otro de los objetivos del blog es producir posteos bien cuidados, intento que los textos siempre sean accesibles y que estén escritos de la mejor manera que me salga, y eso lleva su tiempo.
Por estas ambas cuestiones es que inaguro una nueva sección en el blog. Se trata de un mero espacio pixelar en el que colocaré los temas sobre los que estoy trabajando. De este modo persigo la esperanza de que alguien se sienta atraído a volver aún cuando no hay nada nuevo para leer. Por otro lado, será un mecanismo que me obligará a no quedarme quieto, y ese es otro de los objetivos del blog.
No los aburro más, la sección está en la barra lateral, es toda suya. Y de más está decir que están abiertos los espacios del correo electrónico y de los comentarios para hacerme llegar opiniones, sugerencias, críticas. Lo que no prometo es inmediatez en la respuesta, ya sabemos que que a veces es mejor callar que tragarnos una mosca.
Desde ya que otro de los objetivos del blog es producir posteos bien cuidados, intento que los textos siempre sean accesibles y que estén escritos de la mejor manera que me salga, y eso lleva su tiempo.
Por estas ambas cuestiones es que inaguro una nueva sección en el blog. Se trata de un mero espacio pixelar en el que colocaré los temas sobre los que estoy trabajando. De este modo persigo la esperanza de que alguien se sienta atraído a volver aún cuando no hay nada nuevo para leer. Por otro lado, será un mecanismo que me obligará a no quedarme quieto, y ese es otro de los objetivos del blog.
No los aburro más, la sección está en la barra lateral, es toda suya. Y de más está decir que están abiertos los espacios del correo electrónico y de los comentarios para hacerme llegar opiniones, sugerencias, críticas. Lo que no prometo es inmediatez en la respuesta, ya sabemos que que a veces es mejor callar que tragarnos una mosca.
miércoles, 1 de octubre de 2008
El toro por las astas
Hace poco vi el registro de una entrevista televisiva a Julio Cortázar, en la que se refería al Boom Literario desde su posición de protagonista del mismo. Sostenía que los escritores no debían considerarlo como un mero título de mayoría de edad, sino que debían más bien ser concientes de que afortunadamente varios talentos locales coincidían en el tiempo y podían conjuntamente lograr que la mirada del resto del mundo se volviera hacia nosotros.
En otra entrevista, señalaba que a pesar de ser que llevaba, hasta ese momento, 32 años de residencia en Francia, no había dejado de escribir en su idioma y tampoco pensaba dejar de hacerlo hasta el día de su muerte.
Traigo ambos episodios a colación porque me parece que encarnan dos actitudes muy nobles: la humildad por un lado, y el amor por la cultura propia y tradicional, por otro. Es sabido que el diseño gráfico latinoamericano ha crecido mucho en los últimos años, y se vuelve imperioso que, como propone Cortázar, cultivemos la costumbre de leernos a nosotros mismos. Consumir lo que producimos es poner en evidencia que creemos en la validez de nuestras voces.
Los tiempos son difíciles, nos ahogamos cada vez más modismos importados que van socavando nuestra maltratada identidad. Los espejitos de colores con que nos deslumbran son los mismos que hace más de 500 años, sólo que el anzuelo está cubierto por una mejor carnada.
La difusa zona intermedia
Lo primero que tenemos que ejercer es el pensamiento crítico. No podemos ni debemos aceptar sistemáticamente todo lo que el auto-denominado primer mundo nos dice que está bien; pero tampoco rechazarlo porque sí. La revista tipoGráfica ha sido un ejemplo en ese sentido, poniendo siempre sobre la mesa propuestas de buen diseño, permitiendo que los latinoamericanos se conozcan entre sí pero que a su vez entren en contacto con lo que pasaba en el resto del mundo, poniendo por sobre el nombre de los países la calidad de la producción. Por eso creo que hoy en día se extraña su presencia corpórea. Si bien el “Ahora, letra nueva” con que Rubén Fontana terminó el último párrafo del último número germinó en vivas acciones que lentamente salen a la luz, creo que lo que se perdió es ese ameno espacio en el que se daba a conocer lo que los demás producían. Aquellos que desarrollaron su carrera acompañados de la revista son los mismos que tomaron la posta y hoy continuan su línea. Sin embargo, a los nuevos diseñadores en formación (los estudiantes) nos está faltando ese espacio en el que se cultive el pensamiento crítico. Si bien las propuestas existen, son poco conocidas, y así se cae en esos lugares comunes que tanto abundan en el diseño gráfico.
Let´s speak spanish
Fue justamente en las páginas de tipoGráfica donde Norberto Chaves realizó una precisa descripción de la situación cultural de América Latina. Si bien el artículo se gestó a raíz del estallido de la crisis argentina de 2001, en él hizo una crítica tan cruda como necesaria al modo en que nos dejamos engañar por las ilusiones primermundistas: “Nunca quisimos ser latinoamericanos: no somos indios ni mulatos”. Seis años después, la frase sigue teniendo vigencia y el diseño gráfico muchas veces es, mal que nos pese, un instrumento más del colonialismo actual.
Poseemos una tradición cultural tan antigua como rica; somos un continente de mestizaje y eso es lo que tanto nos diferencia. Sin embargo, nos empecinamos en autoboicotearnos: escuchamos techno, vestimos como skaters y perseguimos el american way of life. Lo más grave no es el hecho en sí, sino que lo hacemos automáticamente, desechando lo autóctono y saboreando el colorante foráneo. Cuando la inyección subliminal vence nuestras defensas y cedemos con tanta facilidad, es natural que el diseño se salpique. Es así como llenamos vidrieras de letras que gritan discount o vendemos nuestro propio estudio colocandole el término design bien grande. Quienes vivan en Argentina podrán dar cuenta de ello, pero en realidad el problema es más abarcativo de lo que parece. La entrada "El síndrome de la Malinche" que Gabriel Martínez Meave publicó recientemente en su blog da cuenta de ello: “El mexicano es dulce, atrevido, vivaz, hospitalario e ingenioso. Pero ¡ay! también es acomplejado. Tenemos un estorboso complejo tercermundista que nos hace agacharnos ante cualquier acentito extranjero que oigamos por ahí (…).”
Raíces
Si bien el panorama es desalentador, no podemos quedarnos con eso; ya es hora de que dejemos de echarle la culpa al otro. Por algo existen los refranes, y uno de los más acertados es el que sostiene que se predica con el ejemplo. Llegó el momento de creernos, de una vez por todas, latinoamericanos; para así sacarnos la vergüenza con que tapamos nuestra propia identidad. Revivamos al azteca, al moreno, al gaucho; y miremos con más desconfianza al tío Sam y sus secuaces. Dudemos, cuestionemos, preguntemos, opinemos. Volvamos a las raíces y seamos como el árbol, que no se nutre del viento que sacude su copa, sino de la tierra que lo sustenta.
Fuentes y enlaces
Entrevista a Julio Cortázar en el programa "A fondo", TVE, 1977.
Tristán Bauer. “Cortázar”, 1994
Norberto Chaves. “Argentinos a las cosas”, en Revista Tipográfica Nº 53, octubre de 2002.
Gabriel Martínez Meave. "El síndrome de la Malinche", en www.meave.org, octubre de 2008.
Carlos Carpintero. "El diseño gráfico como agente de control social", en www.foroalfa.org
En otra entrevista, señalaba que a pesar de ser que llevaba, hasta ese momento, 32 años de residencia en Francia, no había dejado de escribir en su idioma y tampoco pensaba dejar de hacerlo hasta el día de su muerte.
Traigo ambos episodios a colación porque me parece que encarnan dos actitudes muy nobles: la humildad por un lado, y el amor por la cultura propia y tradicional, por otro. Es sabido que el diseño gráfico latinoamericano ha crecido mucho en los últimos años, y se vuelve imperioso que, como propone Cortázar, cultivemos la costumbre de leernos a nosotros mismos. Consumir lo que producimos es poner en evidencia que creemos en la validez de nuestras voces.
Los tiempos son difíciles, nos ahogamos cada vez más modismos importados que van socavando nuestra maltratada identidad. Los espejitos de colores con que nos deslumbran son los mismos que hace más de 500 años, sólo que el anzuelo está cubierto por una mejor carnada.
La difusa zona intermedia
Lo primero que tenemos que ejercer es el pensamiento crítico. No podemos ni debemos aceptar sistemáticamente todo lo que el auto-denominado primer mundo nos dice que está bien; pero tampoco rechazarlo porque sí. La revista tipoGráfica ha sido un ejemplo en ese sentido, poniendo siempre sobre la mesa propuestas de buen diseño, permitiendo que los latinoamericanos se conozcan entre sí pero que a su vez entren en contacto con lo que pasaba en el resto del mundo, poniendo por sobre el nombre de los países la calidad de la producción. Por eso creo que hoy en día se extraña su presencia corpórea. Si bien el “Ahora, letra nueva” con que Rubén Fontana terminó el último párrafo del último número germinó en vivas acciones que lentamente salen a la luz, creo que lo que se perdió es ese ameno espacio en el que se daba a conocer lo que los demás producían. Aquellos que desarrollaron su carrera acompañados de la revista son los mismos que tomaron la posta y hoy continuan su línea. Sin embargo, a los nuevos diseñadores en formación (los estudiantes) nos está faltando ese espacio en el que se cultive el pensamiento crítico. Si bien las propuestas existen, son poco conocidas, y así se cae en esos lugares comunes que tanto abundan en el diseño gráfico.
Let´s speak spanish
Fue justamente en las páginas de tipoGráfica donde Norberto Chaves realizó una precisa descripción de la situación cultural de América Latina. Si bien el artículo se gestó a raíz del estallido de la crisis argentina de 2001, en él hizo una crítica tan cruda como necesaria al modo en que nos dejamos engañar por las ilusiones primermundistas: “Nunca quisimos ser latinoamericanos: no somos indios ni mulatos”. Seis años después, la frase sigue teniendo vigencia y el diseño gráfico muchas veces es, mal que nos pese, un instrumento más del colonialismo actual.
Poseemos una tradición cultural tan antigua como rica; somos un continente de mestizaje y eso es lo que tanto nos diferencia. Sin embargo, nos empecinamos en autoboicotearnos: escuchamos techno, vestimos como skaters y perseguimos el american way of life. Lo más grave no es el hecho en sí, sino que lo hacemos automáticamente, desechando lo autóctono y saboreando el colorante foráneo. Cuando la inyección subliminal vence nuestras defensas y cedemos con tanta facilidad, es natural que el diseño se salpique. Es así como llenamos vidrieras de letras que gritan discount o vendemos nuestro propio estudio colocandole el término design bien grande. Quienes vivan en Argentina podrán dar cuenta de ello, pero en realidad el problema es más abarcativo de lo que parece. La entrada "El síndrome de la Malinche" que Gabriel Martínez Meave publicó recientemente en su blog da cuenta de ello: “El mexicano es dulce, atrevido, vivaz, hospitalario e ingenioso. Pero ¡ay! también es acomplejado. Tenemos un estorboso complejo tercermundista que nos hace agacharnos ante cualquier acentito extranjero que oigamos por ahí (…).”
Raíces
Si bien el panorama es desalentador, no podemos quedarnos con eso; ya es hora de que dejemos de echarle la culpa al otro. Por algo existen los refranes, y uno de los más acertados es el que sostiene que se predica con el ejemplo. Llegó el momento de creernos, de una vez por todas, latinoamericanos; para así sacarnos la vergüenza con que tapamos nuestra propia identidad. Revivamos al azteca, al moreno, al gaucho; y miremos con más desconfianza al tío Sam y sus secuaces. Dudemos, cuestionemos, preguntemos, opinemos. Volvamos a las raíces y seamos como el árbol, que no se nutre del viento que sacude su copa, sino de la tierra que lo sustenta.
Fuentes y enlaces
Entrevista a Julio Cortázar en el programa "A fondo", TVE, 1977.
Tristán Bauer. “Cortázar”, 1994
Norberto Chaves. “Argentinos a las cosas”, en Revista Tipográfica Nº 53, octubre de 2002.
Gabriel Martínez Meave. "El síndrome de la Malinche", en www.meave.org, octubre de 2008.
Carlos Carpintero. "El diseño gráfico como agente de control social", en www.foroalfa.org
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